miércoles, 9 de enero de 2013

Palabras para mamá...


Tiene la mirada cálida, profunda…
En sus ojos empiezan a verse con nostalgia
los rayos de algunos soles de ayer.
Andanzas en el patio, siestas cómplices, visitas a vecinos.
Eternas rondas, actuaciones y canciones poblaron su niñez.
Una sombra prestada la cuida;
sombra no por oscura,
sino por estar siempre presente, por seguirle los pasos;
por verla crecer y acompañarla durante un largo trecho del camino.
Cuando parece estar lista, la sombra se transforma en propia.
Es novata en el asunto, como todos al comienzo, pero se las ingenia.
Hace muchas cosas al mismo tiempo:
cría a sus hijos, trabaja, estudia, atiende su casa, es compañera inclaudicable….
Hija, hermana, prima, tía
y todo lo que cualquiera demande a su enorme afecto.
Hubo tormentas, fuertes, y supo sobrevivir con entereza.
Protegió, a cuanto pudo, con nada y contra todo.
Parece que, de repente, los pichones alzan sus alas,
las baten con fuerza y toman altura en el vuelo.
Hay mezcla de sensaciones: el placer de la tarea cumplida, la tristeza de algunas despedidas, 
el ansia de los regresos, nuevos emprendimientos, algunas búsquedas y otros despertares.
Pero…está intacta, allí:
la dedicación en cada gesto…Eternamente…
Así es mamá: una vez salió a jugar, encontró la ronda,
supo que era su destino
y ya nunca paró de jugar y jugar….

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