Lívida, fría...
Tu mano en el abismo profundo
que se extiende ante mí
como una distancia insuperable.
El frío me hiela la piel
si intento cruzarlo,
el eco de tu perfume
suena una y otra vez...
No puedo oirlo,
quisiera pero algo me lo impide.
La vibración del sonido...
a partir de ella te imagino.
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